Invito a lectores a leer el artículo titulado “El rol del Trabajo Social en la violencia filio-parental” de Javier Espinosa Mateos. Se trata de un texto que, desde la reivindicación de la profesión del trabajo social en el abordaje de la violencia filio-parental (en adelante VFP), propone una mirada ecosistémica sobre el conflicto filio-parental, así como la necesidad de integrar diversas disciplinas en el abordaje que signifiquen un trabajo multidisciplinar.

El autor, en un ejercicio por describir el papel del/la trabajador/a social en la intervención con familias, señala aspectos realmente relevantes, a saber; 1) además de los factores personales y familiares incide en los factores sociales, implicados en la emergencia y la cronificación de la VFP, como factores de riesgo o protectores. 2) Acerca una mirada, como decíamos, ecológica. Amplia el foco del sistema familiar al contexto social. Lo cual sugiere intervenciones que van más allá del sujeto y la familia. 3) Además de intervenciones educativas y terapéuticas, defiende las intervenciones sociales, aquellas que van más allá de encuadres contextuales y relacionales terapéuticos o educativos. Un trabajo de ir donde está la familia, proponiendo a su vez diagnósticos sociales. 4) Aunque el texto defiende la figura del trabajo social en la intervención con violencia filio-parental, se desprende la necesidad de integrar equipos multidisciplinares, que más allá de la profesión y de la técnica, sean humanos que se relacionan con otros humanos con el propósito compartido de acompañar y promover cambio. Definiendo así los límites de la actuación y admitiendo que, en el marco de esos límites y competencias profesionales, el propósito es remar juntos en nuestro quehacer profesional.

Por ello recomiendo la lectura del presente artículo técnico-profesional. El cual invita a pensar, más allá de la defensa del trabajo social, en la necesidad de incluir diversos profesionales de diferentes ámbitos que, pudiendo hacer intervenciones similares, aportan conocimientos diferenciales necesarios a la hora de sumergirnos en el tsunami relacional de la violencia filio-parental.

 

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Raúl Gutiérrez Sebastián

Secretario