En las últimas décadas, se ha producido un incremento en la incidencia y prevalencia del fenómeno de la violencia filio-parental (VFP), tanto a nivel internacional como en nuestro país (Pereira et al., 2017). Es por ello que numerosos autores han tratado de desarrollar una mayor comprensión de los factores que podrían incrementar la generación de este tipo de violencia intrafamiliar.
Cottrell y Monk (2004) utilizan la Teoría Ecológica Anidada para obtener una mayor comprensión de este fenómeno, aludiendo a que la VFP se produce por la relación entre factores que pertenecen a distintos subsistemas en los que se ve implicado el agresor (valores y creencias culturales, roles de género, estructuras sociales, influencia negativa de los iguales, ineficacia en resolución de conflictos, abuso de sustancias…).

Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado, cabría preguntarnos ¿Qué factores, desde una comprensión ecológica, podrían estar en la base de la comisión de violencia hacia los progenitores?
Entre las variables individuales que podrían asociarse con la VFP, multitud de investigaciones evalúan el sexo o la edad del agresor como factores de riesgo. La mayoría de los autores hallan similitudes en cuanto al sexo del agresor en la VFP – aunque esto varía en función de las muestras analizadas – y localizan su inicio en la adolescencia (Contreras, 2014; Navas-Martínez y Cano-Lozano, 2022). Recientemente, autores como Ruiz-Fernández et al. (2021) indican que el consumo de alcohol y drogas también podría ser un factor predictor de la violencia ascendente.

En cuanto al sistema familiar, primer agente de socialización del menor, una de las variables que ha generado mayor interés ha sido el estilo educativo de los progenitores, siendo los modelos de crianza basados en estilos permisivos, autoritarios o negligentes los mayormente relacionados con el abuso hacia los padres (Gámez-Guadix et al., 2012). Otra variable que podría constituir un factor de riesgo para la VFP es el maltrato infantil. Algunos autores confirman la hipótesis de la bidireccional de la violencia (Ibabe y Jaureguizar, 2011).

Otra variable considerada en este nivel ecológico es la seguridad emocional en el sistema familiar, definida como “una base segura y hábil a lo largo del tiempo y en los contextos naturales” y “la confianza en la disponibilidad y sensibilidad de un cuidador” (Davies y Cummings, 1994). La seguridad emocional en el niño se alcanza cuando establece lazos sólidos con sus progenitores y cuando estos están disponibles para el menor, sin embargo, cuando los niños tienen figuras de apego inconsistentes, no obtienen la seguridad emocional necesaria, desarrollando estrategias de regulación emocional inadecuadas como la preocupación o desimplicación. Junco-Guerrero et al. (2021) señalan una relación entre las estrategías que implican inseguridad emocional en el sistema familiar (preocupación y desimplicación) y el desarrollo de la VFP.

Por último, es fundamental tener en cuenta la escuela y la relación con los iguales en el desarrollo de esta violencia, puesto que los menores se ven influenciados de forma constante por este contexto. Algunos autores han estudiado la relación entre la violencia hacia los iguales y la VFP, mostrando que los adolescentes que ejercen violencia ascendente también cometen mayor violencia hacia los iguales, tanto de forma directa como indirecta (Carrascosa et al., 2018). Además, en su estudio, Junco-Guerrero et al. (2022a) señalan que, tanto en el caso de la VFP hacia la madre como hacia el padre, existe una relación con el bullying (ya sea como víctima o como agresor).

Un factor perteneciente a este sistema y evaluado recientemente es la violencia en pareja de adolescentes, pudiéndose conformar como una variable de riesgo para el desarrollo de la violencia hacia los padres (Fernández-González et al., 2021). Así, Junco-Guerrero et al. (2022b) muestran que la VFP, tanto hacia la madre como hacia el padre, se relaciona con ser agresor también en las relaciones de pareja.

Por todo esto, podríamos esbozar que la VFP es un fenómeno que se produce por la combinación de múltiples factores pertenecientes a diferentes sistemas, siendo necesaria mayor investigación que vislumbre un modelo explicativo de este tipo de violencia y que aporte la información necesaria para una mayor prevención en los contextos sociales, educativos y clínicos. Porque, desde luego, la violencia hacia los progenitores, solo se puede comprender desde un modelo ecológico.

Miriam Junco Guerrero
Investigadora predoctoral del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación (Universidad de Málaga)

 

 

Referencias
– Carrascosa, L., Buelga, S., & Cava, M. J. (2018). Relaciones entre la violencia hacia los iguales y la violencia filio-parental. Revista sobre la infancia y la adolescencia, (15), 98-109. https://polipapers.upv.es/index.php/reinad/article/view/10459

– Contreras, L., y Cano, C. (2014). Family profile of Young offenders who abuse their parents: A comparison with general offenders and non- offenders. Journal of Family Violence, 29, 901–910.

– Cottrell, B., & Monk., P. (2004). Adolescent-to-Parent Abuse: A Qualitative Overview of Common Themes. Journal of Family Issues, 25(8), 1072-1095. https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/0192513X03261330

– Fernández-González, L., Orue, I., Adrián, L., & Calvete, E. (2021). Child-to-parent aggression and dating violence: Longitudinal associations and the predictive role of early maladaptive schemas. Journal of Family Violence, 1-9.
Ibabe, I. (2015). Predictores familiares de la violencia filio-parental: el papel de la disciplina familiar. Anales de Psicología, 31(2), 615-625. https://revistas.um.es/analesps/article/view/analesps.31.2.174701

– Junco-Guerrero, M., Cantón-Cortés, D., Fernández-Baena, F.J. (2022a). La relación entre la violencia filio-parental y el bullying y cyberbullying. III Congreso Nacional de violencia filio-parental: Avances y Retos. Valencia.
Junco-Guerrero, M., Cantón-Cortés, D., Fernández-Baena, F.J. (2022b). La relación entre la violencia filio-parental, el bullying y la violencia en pareja de adolescentes. VII Jornadas Doctorales de la Universidad de Murcia. Murcia.

-Junco-Guerrero, M., Ruiz-Fernández, A., & Cantón-Cortés, D. (2021). Family environment and child-to-parent violence: The role of emotional insecurity. Journal of interpersonal violence, 1-22. https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/08862605211006370

– Navas-Martínez, M. J., & Cano-Lozano, M. C. (2022). Differential profile of specialist aggressor versus generalist aggressor in child-to-parent violence. International journal of environmental research and public health, 19(9), 5720. https://www.mdpi.com/1660-4601/19/9/5720

– Pereira, R., Loinaz, I., del Hoyo-Bilbao, J., Arrospide, J., Bertino, L., Calvo, A., Montes, Y., & Gutiérrez, M. M. (2017). Propuesta de definición de violencia filio-parental: Consenso de la Sociedad Española para el Estudio de la Violencia Filio-Parental (SEVIFIP). Papeles del Psicólogo, 38 (3), 216-223. https://www.papelesdelpsicologo.es/pii?pii=2839

– Ruiz-Fernández, A., Junco-Guerrero, M., & Cantón-Cortés, D. (2021). Exploring the mediating effect of psychological engagement on the relationship between child-to-parent violence and violent video games. International journal of environmental research and public health, 18(6), 2845. https://www.mdpi.com/1660-4601/18/6/2845