La VFP es un fenómeno que, aunque poco reconocido, está presente en nuestra sociedad. En un intento por comprender mejor esta problemática, la Fundación Amigó ofrece apoyo a familias afectadas, como la de Javier e Irene, cuya hija Claudia, de 14 años, exhibía comportamientos preocupantes.

Según Cristina, psicóloga de la Fundación Amigó, las primeras señales de violencia verbal suelen ser minimizadas, pero son indicadores importantes de un problema más profundo. Es fundamental abordar estas señales tempranas para prevenir situaciones más graves de violencia filio-parental.

Anualmente en nuestro país, se inician aproximadamente 4.000 expedientes contra jóvenes por agresiones a sus padres, según estadísticas proporcionadas por la Fiscalía de Menores. Sin embargo, solo se denuncian los casos más severos, lo que representa entre un 10 % y un 15 % del total.

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