Expertos en atención a víctimas de violencia doméstica destacan la complejidad y la invisibilidad de estos casos en el que la violencia filio-parental forma parte. La violencia dentro de las familias, incluyendo agresiones de hijos a padres, es particularmente difícil de denunciar, y a menudo las víctimas no buscan ayuda hasta que el riesgo se vuelve intolerable.

Josean Echauri, del gabinete de psicología forense Psimae, señala que este tipo de violencia atraviesa todas las clases sociales y que el estrés, la baja tolerancia a la frustración o el consumo de sustancias tóxicas son factores contribuyentes. La violencia filio-parental, en particular, es difícil de detectar y manejar. Requiere que las familias actúen proactivamente, incluso presentando denuncias formales para que los agresores reciban el tratamiento necesario.

Las especialistas subrayan que aunque la intervención judicial es dolorosa, es a menudo necesaria para restablecer la convivencia y tratar las adicciones que exacerban el comportamiento violento. El apoyo comunitario y una mayor conciencia social son cruciales para ayudar a las familias afectadas y además, para prevenir futuros episodios de violencia.

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