En 2023, Cataluña registró 136 denuncias por agresiones de hijos a padres, lo que representa una disminución del 21% en comparación con el año anterior. A nivel nacional, las cifras se mantuvieron estables, con más de 4.000 casos anuales.
A pesar de la reducción en Cataluña, la violencia filio-parental sigue siendo una problemática significativa en España. La Fundación Amigó destaca que solo entre el 10% y el 15% de los casos se denuncian, lo que indica que la magnitud real del problema es mayor.
Aunque Cataluña experimentó una disminución en las denuncias, la violencia filio-parental persiste como un desafío que requiere atención y recursos dedicados.
Lee el artículo de Meritxell Comas en El Periódico de Catalunya