En Córdoba, la violencia filio-parental sigue siendo una problemática preocupante. Aunque en 2023 se registraron 62 expedientes por este tipo de violencia, la cifra más baja desde 2018, expertos advierten que estos números no reflejan la magnitud real del problema, ya que muchos casos permanecen ocultos debido al estigma social y al temor de las familias.
Organizaciones como la Fundación Amigó enfatizan la necesidad de intervenciones especializadas para abordar esta situación y restaurar los vínculos afectivos dentro del núcleo familiar. Además, la Diputación de Córdoba ha atendido a 320 menores y 167 familias en situación de riesgo psicosocial. Hecho que destaca la prevalencia de la negligencia y el maltrato psicológico en estos casos.
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