El trabajador social Ángel Rey aborda el creciente fenómeno de la violencia filio-parental, donde padres se convierten en víctimas de sus propios hijos. Este tipo de violencia, aunque en aumento, a menudo se subestima y se sufre en silencio por la vergüenza social.

Rey destaca la importancia de establecer normas claras y límites coherentes desde una edad temprana, así como ganarse el respeto de los hijos en lugar de imponer autoridad. Además, enfatiza la necesidad de educar sobre el uso adecuado de las nuevas tecnologías y trabajar en la reconstrucción de la relación familiar mediante la intervención profesional.

El proceso de reconducir estas situaciones es complejo y requiere de reflexión, comprensión y trabajo conjunto entre padres e hijos.

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