Sentir miedo dentro del propio hogar es una experiencia que madres, padres o cuidadores jamás esperan vivir. Sin embargo, la violencia filio-parental —aquella ejercida por hijos e hijas hacia sus progenitores— se ha convertido en una problemática creciente que, aunque aún se vive en silencio, comienza a encontrar espacios de reconocimiento y acompañamiento. Expertos y entidades especializadas insisten en que hablar de ello no es un signo de debilidad, sino de valentía y de amor hacia la propia familia.

La violencia filio-parental (VFP) se define como cualquier forma de maltrato físico, psicológico o económico que un hijo o hija ejerce de forma reiterada hacia quienes le cuidan. Es decir, el menor controla a la familia mediante el miedo, amenazas o humillaciones.

Aunque suele detectarse entre los 15 y 17 años, puede comenzar antes. Según los testimonios recogidos en programas de intervención, muchos progenitores viven en tensión para no provocar a su hijo. Además, ocultan la situación por vergüenza y ceden a exigencias por miedo a represalias, hecho que dificulta pedir ayuda debido a un sentimiento de culpa social y personal y es que la idea de que admitir violencia filio-parental equivale a reconocer un fracaso como madre o padre. Como resultado, muchas familias guardan silencio, agravando el problema.

Los psicólogos advierten que diagnósticos como TDAH, depresión o TEA pueden explicar parte del contexto, pero nunca justifican la violencia.

Romper el silencio es el primer paso

Pedir ayuda no significa rendirse, sino recuperar la confianza, reconstruir vínculos y dotar a los hijos de herramientas para relacionarse sin violencia.

La violencia filio-parental es un fenómeno complejo y multicausal, pero transformable. Hablar, pedir ayuda y recibir acompañamiento especializado abre la puerta a otra forma de convivencia: una basada en el respeto, la confianza y el cuidado mutuo.

Existen entidades de referencia en España, como la Fundación Amigó, Asociación Sistema, Fundación Diagrama, Márgenes y Vínculos o la Asociación Catalana de Violencia Filio-Parental.

Lee el artículo completo “Violencia de hijos hacia padres o madres: cómo detectarla y pedir ayuda sin culpa” en The Conversation

Compartir